miércoles, 4 de julio de 2012

Sonido (Parte 2) - 10 consejos prácticos de sonido directo

¿Qué ocurre cuando hacemos una tortilla de patatas?

El principal elemento a elegir son los ingredientes. Sea cual sea nuestra técnica y talento, lo cierto es que con una mala patata lavada o unos huevos viejos no hay modo de poder hacer una buena.

Algo similar ocurre en cualquier proceso de producción que precisa de una materia prima buena, como premisa indispensable para su posterior cocinado.

En el caso del sonido para audiovisual es lo que ocurre con el directo, que es el que grabamos durante el proceso de rodaje.

Cualquiera que haya trabajado en sonido directo sabe que uno de los primeros problemas que nos encontramos a la hora de grabarlo es el entorno y las condiciones acústicas del lugar. Pero tan importante como esto  es  con quién lo vamos a grabar, pues durante el rodaje se produce una gran tensión entre el equipo que habrá de trabajar, pues todos (legítimamente) quieren hacer su trabajo lo mejor posible y no es habitual que exista el "quid pro quo" que en las producciones debería existir... pero esto es tema para otro post. Estos consejos que daré, por raro que pueda parecer, no son exclusivos para los entornos profesionales, sino también para cualquiera que grabe vídeo como aficionado, amateur o en la comunión familiar:

  1. ¿Porqué nos preocupamos de tener una cámara pero no un micrófono? Es importante recordar que cuando disfrutamos cualquier producción audiovisual ocurren dos cosas: lo que vemos y lo que oímos. El problema habitual es que echamos "el resto" con lo primero pero no con lo segundo y "todos son risas hasta que llegamos a la post-producción". Por esto este primer punto: ojo con el sonido y dediquémosle un tiempo.
  2. El día anterior de salir debemos de comprobar minuciosamente nuestro equipo y ver que están los elementos necesarios (lista en mano), a lo que debemos añadir en los nuevos sistemas digitales que las tarjetas a utilizar o disco duro correspondiente este formateado y libre de archivos que nos impidan concentrarnos en el trabajo que tenemos delante.
  3. Es importante al llegar al lugar escucharlo y hacerlo antes que todos aquellos que armarán jaleo y hacerlo en silencio con el fin de prever posibles fuentes de conflicto: luces de neón, ruidos de tráfico, chicharras si estamos en el campo, cercanía de fuentes de agua...
  4. A EVITAR: la toma de sonido (a no ser que tengamos un gran nivel de experiencia y dos narices) es incompatible con el agua y las obras públicas. Evidentemente esto es extensible a cualquier fuente sonora que tenga más nivel que el diálogo que pretendamos grabar, pero el agua (en concreto) es una continua fuente de problemas ¿porqué? pues porque el agua tiene todas las frecuencias que enmascaran la voz humana.
  5. Huir de adornos y elementos de vestuario que nos pueden arruinar una toma: pendientes de cuentas, collares recargados, etc. Si no hubiera más solución intentaremos poner la microfonía lejos de estas fuentes. Existen problemas habituales en casas antiguas como son los suelos de madera que crujen y otro tipo de problemas pero nada comparable con lo mencionado en el punto 5.
  6. Es importante tener claro un concepto, el nivel de la señal que queremos grabar debe ser mayor que el del fondo o cualquier fuente de sonido cercana. Esto se conoce como la relación señal/ruido (SNR). El cerebro tiene una capacidad asombrosa de focalizar y hacer zoom sobre las fuentes que le interesan, discriminando elementos que le son inútiles. Por ello no debemos fiarnos de nosotros mismos y escuchar la fuente con perspectiva pues posteriormente podemos encontrarnos con desagradables sorpresas.
  7. Grabar al menos un minuto de sonido en silencio del lugar en el que vamos a rodar. Esto nos permitirá  posteriormente construir los ambientes, muy necesarios para homogeneizar posteriormente el sonido en post-producción. ¡Ojo, no confundir con el wildtrack!
  8. El wildtrack es también un  minuto de sonido ambiente pero con aquellos que integrarán la imagen. Por ejemplo si grabamos planos en un bar, grabaremos un minuto de sonido con las personas hablando que nos servirá de fondo adicional a los ambientes.
  9. Grabar sonidos peculiares y difíciles de obtener en librerías, como es el caso (por ejemplo) de los cerrojos de fusiles, aparejos de un barco, puertas con un sonido peculiar o los cierres de estas, etc. Esto nos ayudará mucho en el proceso de edición y diseño de sonido.
  10. Por último (pero no por ello menos importante ni mucho menos) es el hecho de que este negocio, mas que ningún otro, consiste en el trabajo en equipo. Por ello aquél que graba sonido directo debe de tener en cuenta las necesidades de los demás miembros del equipo, pero también tener la mano izquierda para hacer respetar su trabajo y transmitir su importancia. Esto es con directores de fotografía, directores y ayudantes, maquilladores, eléctricos y lo que es peor: actores. El objetivo en definitiva es obtener la mejor toma de sonido posible.
Con todo, trabajamos en la mejor profesión del mundo y esta es la de contar historias. Cuida el sonido para que finalmente pueda ser así.

Sed felices.